Veo una creciente comprensión de que el crowdsourcing es una forma efectiva de dar forma a los procesos comerciales. Son posibles resultados mejores, más baratos y más rápidos. A medida que las empresas usen a la multitud cada vez más, repensarán cómo recompensarlos. Mientras que en el pasado el crowdsourcing era principalmente algo que la gente hacía por recompensas intrínsecas, en 2014 la división será más clara: crowdsourcing remunerado versus no remunerado. Las empresas tendrán que pensar qué tipo de valor pueden obtener ‘gratis’ de la multitud, y qué tipo de valor se deriva de procesos más similares a la contratación externa tradicional (que incluye recompensas monetarias).
Esto también incluye un replanteamiento de cómo se diseñan ahora los procesos de crowdsourcing más remunerados: relativamente poco atractivo para los trabajadores educados. Las microtareas a menudo implican tareas debilitantes con salarios muy bajos. Y los desafíos conllevan un alto riesgo de no pago (el ganador se lo lleva todo). En 2014, los procesos de negocio de crowdsourcing se volverán más colaborativos (ya que la mayoría del trabajo ‘normal’ requiere colaboración, y porque la ‘sabiduría de la multitud’ es el resultado de la interacción dentro de la multitud, ausente tanto en microtasking como en desafíos). La remuneración será más justa.