Apreciar la marca de los empleados significa comprender primero lo que ocurre en el mundo del trabajo y en los lugares de trabajo. Además, cuál es el futuro de las relaciones entre empleados y empleadores. Los empleados de hoy y en adelante tendrán la clave del éxito organizacional. Los estudios de investigación han indicado un aumento en la influencia de los empleados, algunos lo ubican en 2 veces más que los líderes. Otros mencionan que el alcance de las redes sociales de los empleados es a menudo 8 veces más de lo que pueden ofrecer las cuentas corporativas. Además, los empleados producen más contenido que antes y están hablando activamente en o contra las organizaciones, con o sin su conocimiento. Por último, los gerentes no son el centro del mundo de los empleados. Los empleados tienen una conexión directa con las organizaciones y ejercen una influencia inmensa. Con el aumento de la autonomía en los lugares de trabajo, las expectativas de que los empleados trabajen bajo demanda y las relaciones deshilachadas entre empleados y empleadores hacen que sea aún más difícil para las empresas medir realmente el compromiso. Teniendo en cuenta que las organizaciones son una amalgama de marcas personales, es aconsejable que las empresas consideren a los empleados como su próximo ‘nuevo’ producto y ayuden a promoverlos de manera mutuamente aceptable. Ganar una situación de ganar-ganar es cuando los empleadores aceptan empleados como marcas.
Dado que los empleados ya tienen sus propias metas y aspiraciones personales y, a menudo, se unen a organizaciones para cumplirlas parcialmente, será útil comprender y asociarse con los empleados para un éxito compartido.
Para poder hacer esto, las organizaciones también necesitan adaptarse y rápidamente. En primer lugar, deben volver a imaginar sus estructuras y su enfoque para tratar con los empleados para que sea más flexible y más complaciente. En segundo lugar, deben designar personas que tengan una mentalidad abierta que permita conversaciones con los empleados como marcas. En tercer lugar, la cultura interna necesita cambiar para ser más inclusiva y propicia.
Invertir en las marcas personales de los empleados puede sonar contradictorio. La mayoría de los comunicadores y profesionales de recursos humanos temerán perderlos ante la competencia. Funciona, de hecho, para la ventaja de la organización cuando se enfocan en desarrollar y perfeccionar el talento y las fortalezas de los empleados: a la larga, los empleados valoran las inversiones para su desarrollo y progreso, también pueden convertirse en ‘intraemprendedores’ dentro de una configuración segura y continuar trabajando como consultores y hacerse un hueco para ellos mismos, tanto interna como externamente.
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En general, las organizaciones no pueden operar de la manera que lo hacen y aún esperan un rendimiento del tipo que tenían hace décadas. Enfrentarse a las realidades de hoy puede ayudar a dar forma a las organizaciones del mañana.