Porque los seres humanos necesitan satisfacción emocional y las marcas tienen identidades emocionalmente ricas. Las marcas emanan mensajes y asociaciones. No son solo productos, son experiencias emocionales. Ellos representan algo. Significan algo.
Un producto simple carece de significado. Es solo un producto. Tiene un valor utilitario, pero la gente quiere más: ¡un sueño, una experiencia, una emoción, una inspiración!
La marca generalmente se basa en una estrategia : un plan que explica cómo vencer a los competidores y ganar clientes. ¿Por qué sorprenderse de que tenga éxito sobre el competidor que no tiene ninguna estrategia? La marca está diseñada por profesionales de la seducción. ¡Y las personas caen naturalmente en una trampa bien preparada!
Los productos sin marca son aburridos. Por lo general, mal empaquetado o no empaquetado en absoluto. Su mensaje es débil o incluso incorrecto. Simplemente no entienden el marketing moderno: piensan que el producto es excelente y, por lo tanto, la gente debería adorarlo. ¡Pero las personas no son expertas, no pueden decirlo y, por lo tanto , juzgan las cosas por su nombre y cómo están empaquetadas! Las personas buscan pistas visuales, pero los productos sin marca o con poca marca carecen de atractivo visual. Y no tienen identidades y personalidades tentadoras.
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El mismo término “producto local” es una marca, pero de marca pobre.
Obviamente, nadie ha tratado de explicar a la gente qué significa “producto local”. Nadie ha llenado esa noción con significado de naturaleza, ecología, patriotismo, patria, responsabilidad, autenticidad, comunidad, autosuficiencia. Nadie ha conectado la identidad local a los productos locales. Nadie le ha dicho a la gente que deberían sentirse orgullosos al elegir locales porque es lo correcto.
Podría hacer eso y así cambiar la forma en que las personas ven los “productos locales”.