India debería abstenerse de poner botas en el suelo en Afganistán por dos razones principales. La primera razón se refiere a si es necesario que la India tenga una huella militar, mientras que la segunda se refiere a las posibles implicaciones de hacerlo.
Primero, el principal interés de la India en Afganistán es garantizar que Afganistán haga la transición a una democracia pluralista, multiétnica y estable que no albergue a grupos terroristas anti-India en su territorio. India busca ser el socio de Afganistán en este proceso. Aquellos que argumentan que India debería ponerse las botas sobre el terreno lo hacen porque (a) los grupos talibanes / afiliados a los talibanes han atacado con frecuencia los activos indios, por lo que India necesita fuerza militar para apoyar / asegurar su compromiso diplomático. b) Sostienen que la India puede promover sus intereses mejor a través de una huella militar en Afganistán. El argumento es el siguiente: los militares de EE. UU. / OTAN han reducido drásticamente su compromiso militar; los talibanes resurgen; y las fuerzas de seguridad afganas necesitan más tiempo, capacitación y recursos para liderar sus batallas con los talibanes. Por lo tanto, la India puede ayudar a Afganistán a través de sus fuerzas armadas, al tiempo que se asegura de que los talibanes no se hagan cargo y reviertan los logros obtenidos durante los últimos 15 años. Si bien estos argumentos tienen un atractivo intuitivo (la fuerza es atractiva), diría que India no necesita una huella militar, sino más bien una inversión sostenida en la construcción de la capacidad militar, política y económica del estado afgano. India o cualquier extraño no puede ganar la insurgencia de los afganos. Es el papel del estado afgano hacerlo. La dinámica interna de Afganistán debe ser resuelta por los afganos. Lo mejor que la India puede y debe aspirar a hacer es habilitar y empoderar a Afganistán en su transición multifacética.
En segundo lugar, la enorme influencia de la India en Afganistán, que se encuentra entre los países más queridos por los afganos (ABC / BBC / ARD Poll 2010), se ve reforzada por la naturaleza de su compromiso; Dirigido por civiles, centrado en el desarrollo y fortalecido por profundos lazos culturales históricos entre las dos personas. A diferencia de los Estados Unidos y otros países miembros de la OTAN, la importancia de la India en Afganistán no se deriva de su asistencia. Más bien, se relaciona con la idea de la democracia india: una democracia multirreligiosa, multiétnica y multilingüe cuyas instituciones han sobrevivido a pesar de las circunstancias (pobreza extrema e impulsos autoritarios de líderes como Indira Gandhi y, algunos pueden argumentar, Modi ) apuntando en la dirección opuesta, y los lazos culturales que unen a los dos países. La mayoría de los afganos ven a India como un vecino que no se entromete en su política, una rareza en la región. La fuente de la buena voluntad de la India en Afganistán es su poder blando; Los afganos consideran a la India como un modelo político que pueden emular. Al poner las botas en el suelo, India inflamaría los sentimientos de las mismas personas cuyas aspiraciones busca apoyar. Al hacerlo, socavaría su propio interés y empañaría su reputación.