En general, el capitalismo ha demostrado ser un enfoque económico sólido en términos de proporcionar un nivel de vida decente para las personas. Tiende a recompensar a aquellos que son innovadores y trabajadores, aunque este no es siempre el caso.
El mundo era un lugar muy diferente hace doscientos años. La economía se basó en gran medida en pequeñas empresas familiares, granjas, negocios y comerciantes. Los fabricantes rara vez tenían más de 100 empleados.
Hoy, tenemos corporaciones que tienen cientos de miles de millones de dólares en activos y cientos de miles de empleados en ubicaciones en todo el mundo. El comercio se realiza en computadoras y las comunicaciones son prácticamente instantáneas. Los materiales y productos terminados son transportados por super-barcos, y la fabricación está cada vez más automatizada.
El ser humano promedio no tiene influencia real sobre el mundo en el que vive.
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Entonces, ¿quién tiene influencia? Grandes corporaciones y el gobierno.
En teoría, las personas controlan al gobierno, pero esto ya no es el caso. Las grandes corporaciones pueden usar su poder financiero para ejercer influencia sobre los legisladores que excede por mucho la influencia de los votantes. Las corporaciones pueden, y lo hacen, ejercer influencia sobre quién realmente asume el cargo.
¿Son buenas las corporaciones?
La única medida de éxito para los ejecutivos que lideran las grandes corporaciones es cuánto crecimiento o ganancia se devuelve a los inversores. Por lo tanto, se deduce que los ejecutivos corporativos exitosos tienen poca, o ninguna, preocupación por los problemas ambientales, ecológicos o sociales, excepto en la medida en que las demostraciones de “preocupación” pueden servir para influir positivamente en las percepciones públicas e, indirectamente, mejorar el resultado final de la corporación .
Las corporaciones no son “malvadas”, pero sin controles y límites efectivos, pueden hacer cosas muy dañinas.
El colapso del mercado hipotecario en 2008 fue el resultado directo de una industria financiera no regulada y la falta de voluntad de la administración Bush para intervenir y tomar las medidas necesarias para evitar el pánico. (Podrían haber obligado a la industria financiera a reestructurar los préstamos hipotecarios para eliminar las cláusulas de aumento de la tasa de interés. Esto habría obligado a la industria a volver a calificar el rendimiento de los paquetes de préstamos y habría evitado un colapso).
Las industrias del petróleo, el carbón y el gas natural están obteniendo miles de millones de dólares en ganancias a expensas del calentamiento global. Los ingresos de un impuesto al consumo de carbono podrían utilizarse para financiar inversiones masivas en el desarrollo y despliegue de recursos de energía renovable. ¿Por qué no construir granjas solares masivas en zonas desérticas?
La automatización y la globalización de la mano de obra manufacturera ha resultado en la pérdida permanente de millones de empleos. Esto está generando ganancias corporativas, pero perjudicando a millones de personas. ¿Las corporaciones responsables de esto van a hacer algo para ayudar a estas personas? No Si la tendencia continúa, podríamos terminar con una situación en la que podemos fabricar bienes de consumo a un precio muy bajo, pero las personas que solían trabajar en trabajos de manufactura serían enviados a trabajos de servicio de salario mínimo.
El capitalismo sin restricciones no funciona porque las corporaciones generalmente no tienen los intereses a largo plazo de las personas como su prioridad principal.