Nicholas Gueguen, del departamento de comportamiento social de la Universidad de Bretaña, realizó tres experimentos con mujeres francesas vestidas idénticamente con trajes negros con faldas rectas y camisas blancas. La mayoría también eran morenas: porque estudios previos mostraron que los hombres tenían más probabilidades de acercarse a las mujeres rubias que las morenas y pedirles citas. Las únicas diferencias entre las mujeres eran sus zapatos.
En la serie de experimentos, Gueguen colgó a las mujeres como cebo científico frente a hombres desprevenidos.
Primero, las mujeres, que usaban zapatos planos negros sin tacón, zapatos negros con tacón de 2 pulgadas o zapatos negros con tacón de 3.5 pulgadas, se acercaron a varias personas y les pidieron ayuda. La mujer cambió de zapatos después de solicitar cada 10 personas.
Cuando una mujer de 19 años se acercó a hombres de entre 25 y 50 años, pidiéndoles ayuda con una encuesta sobre igualdad de género, obtuvo la mayor cantidad de respuestas cuando usó los tacones más altos: el 83% de los hombres a los que se acercó aceptó gastar tres a cuatro minutos respondiendo sus preguntas, en comparación con casi la mitad, el 47%, cuando usaba zapatos planos.
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Todo esto confirma que los hombres tienden a usar atributos físicos como una forma de medir el atractivo de las mujeres y encontrar posibles parejas. Puede culpar a los medios de comunicación por su fuerte asociación de imágenes entre tacones de aguja y sensualidad. Y sí, los tacones más altos pueden cambiar la forma en que camina una mujer, haciendo que sus caderas se balanceen un poco más mientras negocia caminar a una altura más precaria, pero en el estudio, incluso las mujeres que estaban sentadas y usando tacones fueron abordadas por más hombres.