La mayoría de los relojes de cuarzo comunes están hechos principalmente de plástico, que es técnicamente diamagnético, y metales básicos baratos que no son muy magnéticos. Aunque algunas de las ruedas de movimiento están hechas de acero, los contadores electrónicos y los motores paso a paso que mueven las manos no se ven afectados por el magnetismo de bajo nivel. Del mismo modo, los relojes inteligentes son generalmente inmunes al magnetismo moderado, ya que utilizan dispositivos electrónicos de estado sólido y tienen pocas piezas móviles.
Pero supongo que te estás refiriendo a los relojes mecánicos y de lujo, así que responderé de manera más detallada.
La mayoría de los componentes del reloj están hechos de aleaciones de hierro, particularmente varios tipos de acero. Estos pueden magnetizarse fácilmente y esto puede afectar la precisión del cronometraje. Este es un problema real y bien conocido con los relojes mecánicos (de cuerda manual y automáticos) y los relojeros generalmente tienen equipos especiales para desmagnetizar relojes y componentes durante el servicio.
A partir de la década de 1950, compañías como IWC, Rolex y Nivada crearon una gama de relojes antimagnéticos. Aunque los movimientos todavía estaban hechos de acero, estos relojes incluían una caja interna de hierro suave para proteger estos componentes de los campos magnéticos. El más famoso de estos es el Rolex Milgauss que, como su nombre lo indica, era resistente a hasta 1,000 Gauss de magnetismo.
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Estos relojes estaban destinados a ser utilizados por pilotos, ingenieros y exploradores que pudieran estar expuestos a campos magnéticos elevados. Aunque los coleccionistas los admiran mucho hoy, no se vendieron bien en ese momento. Por lo general, eran más grandes y gruesos que los relojes comunes, ¡y esto definitivamente no estaba de moda!
Aunque muchos relojes de lujo usan materiales diamagnéticos como oro, cerámica, titanio e incluso bronce y plata en las cajas, diales y manecillas, los movimientos se mantuvieron predominantemente construidos en acero. Incluso aquellos con supuestos movimientos de oro a menudo son simplemente chapados en acero en oro o cobre, y la mayoría usa elementos de acero. Esto significa que siguen siendo susceptibles al magnetismo.
Hoy, el antimagnetismo ha evolucionado y está de moda entre los coleccionistas. El uso de materiales diamagnéticos como el silicio y las aleaciones especiales de metal hace que estos relojes sean mucho más resistentes al magnetismo que en el pasado. ¡El Rolex Milgauss ha experimentado un resurgimiento y el actual campeón, el Omega Globemaster, puede resistir hasta 15,000 Gauss!
La tecnología del reloj sigue avanzando, y los materiales antimagnéticos se están volviendo más comunes. La mayoría de los modelos Rolex ahora usan escapes de níquel-fósforo y niabio-circonio (“Parachrom Blue”), y muchos otros se han cambiado a componentes de silicio (“Silicium”) para un antimagnetismo y una mejor lubricación. En un futuro cercano, la mayoría de los relojes serán más resistentes al magnetismo que los originales Milgauss e IWC Ingenieur.
También es importante recordar que los relojes mecánicos ya no se basan principalmente en el cronometraje. Donde alguna vez fue importante que un cronómetro como mi Nivada Antarctic sea antimagnético y esté ajustado para mayor precisión, los relojes de hoy no enfrentan el mismo escrutinio. Son joyas primero y cronometradores segundo.
