Nací con una excelente memoria. Desde muy atrás, como puedo recordar, la información se me pegó como una pelusa.
Como la mayoría de los niños pequeños, era vago. Como resultado, dediqué mucho tiempo a ser organizado y eficiente. Odio perder el tiempo o el esfuerzo. Siempre he vivido por el reloj.
Mi padre me enseñó que tu reputación es lo más valioso que jamás tendrás. Para enorgullecerse de todo lo que haces. Y ese trabajo duro fue su propia recompensa.
Chico, eso realmente me desordenó. Casi en contra de mi voluntad, logré todo lo que intenté.
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No estoy seguro, qué vestido de recuerdo es. Tendré que adivinar. Necesitas una mente organizada, con afición por los detalles. Los detalles realmente importan. Como tal, tu cerebro realmente debe disfrutar el tema.
La repetición entrena y condiciona el cerebro, lo queramos o no. Aprenda los buenos hábitos y abandone los malos hábitos lo más rápido que pueda.
Me han criticado un poco, por usar constantemente las mismas palabras para describir las funciones del cerebro, una y otra vez. En mi defensa, mi cerebro contiene muchos datos. La repetición me permite ahorrar espacio, así puedo aprender mucho más.
Tengo 66 años y mi memoria no es lo que solía ser. Puedo recordar gran parte de mi vida, desde los 4 años, pero algunos detalles (los nombres de viejas estrellas de cine) son difíciles de recordar.
Para mí, los recuerdos son visuales.