Donald Trump tiene una barriga notable.
Sus puntos fuertes son su altura, el ancho de sus hombros y su cabeza. Su cabeza ya no es tan hermosa como antes, pero es él. Cuando se mira la cabeza, se mira quién es, que es lo que presumiblemente quiere. Su exceso de peso es eso, es un excedente. Su ropa parece diseñada para enfatizar estos puntos, es decir, restarle valor al estómago, concentrarse en la parte superior, hacer que todo lo demás llame la atención sobre la mitad superior del cuerpo. La chaqueta abierta permite que la corbata larga y ancha y la camisa blanca debajo lleven el ojo hacia arriba. Trump ha sido una celebridad por algún tiempo. Su hija también está en el negocio de la moda. Saben lo suficiente como para juzgar por sí mismos y también contratan expertos para ayudarlos. La ropa holgada permite una mayor libertad de movimiento y hace que el ojo se centre en ellos y no en la carne debajo. Personalmente, creo que la corbata rosa que a veces usa es un error. Todo lo demás parece estar bien y bien pensado. Eso es lo que uno quiere de un presidente.
Vea esta imagen a continuación: Trump tiene la barriga más grande de los cuatro hombres representados, sin embargo, él es aquel cuya ropa y postura corporal llaman menos la atención.