Importancia: ¿Qué tan importante se ha vuelto para tu sentido de ti mismo y la forma en que vives tu vida? Puede determinar la importancia no solo por cuánto lo está haciendo, sino también por cuánto no está haciendo otras cosas. La prioridad es igual a la importancia.
Respuesta de recompensa: ¿Hacerlo te hace sentir mejor, más en control? ¿No hacerlo te hace sentir peor? Hacer cosas que disfrutas te hace sentir mejor. Evitar las cosas que no te gustan puede hacerte sentir mejor, al menos inicialmente. Hay una recompensa física positiva para toda esta actividad que puede ocultar las consecuencias negativas.
Prevalencia: ¿Se encuentra haciéndolo más a menudo y por períodos más largos de lo que originalmente planeó? Esta es la compulsión nunca suficiente. Si te sientes obligado a decir, “Solo un poco más”, todo el tiempo, estás ganando más y más espacio en tu vida para estas actividades. La pregunta se convierte, a fin de descifrar esta vez, ¿a qué más llevas el cuchillo?
Cese: ¿Se siente ansioso o incómodo si no puede hacerlo o si simplemente piensa en no hacerlo? Una forma de evaluar la importancia de estas cosas para usted es considerar prescindir de ellas. Su respuesta emocional y física inicial puede ser muy instructiva. Cuanto mayor sea el nivel de pánico y dolor que anticipa, más fuerte será el control que tienen sobre usted.
Interrupción: ¿Hacer esto ha interrumpido tu vida y tus relaciones? Imagina tu vida como un cajón lleno de esas carpetas colgantes de la vieja escuela. El cajón solo tiene mucho espacio para archivos. Cada vez que agrega un archivo llamado “Mensajes de texto” o “Facebook” o “Registro” o “Videojuegos”, tiene que empujar las carpetas para encontrar espacio en el cajón. Dentro de ese cajón ya hay archivos llamados “Dormir”, “Familia”, “Tareas” y “Trabajo”. Algunos de los archivos en su cajón no son divertidos; son gruesas y pesadas y ocupan mucho espacio. Mientras más cosas nuevas intentes meter en ese cajón de tu vida, más presión ejerce sobre las cosas y las personas que ya están allí.
Revertir: ¿Con frecuencia te dices a ti mismo que vas a hacer algo diferente pero luego te das la vuelta y sigues haciendo lo mismo, o lo haces aún más? Este es el síndrome “Voy a volver a dieta el lunes”. Si ya ha hecho espacio en su cajón de archivos virtual para algo divertido y placentero, o al menos distractor, solo pensar en privarse de él trae una gran cantidad de razones y razones por las cuales “en este momento” no es el mejor momento para detener.
Todos estos signos apuntan a un problema mucho mayor: la adicción. La adicción es un comportamiento que te controla. En ausencia de una sustancia química o sustancia externa involucrada, en realidad eres tú (tus impulsos, tus placeres, tus ansiedades, tus miedos, tus preferencias) que ocupan un lugar central sobre tu mejor juicio o decisiones razonadas.